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Detecta una caída de presión emitiendo una señal de mando (S).
Es necesario que el cilindro realice la carrera completa.
De aplicación sobre todo como fin de carrera neumático en actuadores, montado directamente sobre el mismo detecta el final de la carrera emitiendo una señal de pilotaje a la válvula neumática e invirtiendo el sentido del actuador o bien actuando otra válvula de mando.
Los racores de función incorporan dispositivos internos que posibilitan realizar maniobras neumáticas y son cada vez más utilizados por sus características y sus pequeñas dimensiones. Están diseñados en diferentes materiales según la necesidad de la aplicación de los mismos: latón, aluminio, polímero, etc.
Emplea el aire comprimido como modo de transmisión de la energía necesaria para mover y hacer funcionar mecanismos. El aire es un fluido gaseoso y, por tanto, al aplicarle una fuerza se comprime, mantiene esta compresión y devuelve la energía acumulada cuando se le permite expandirse, según dicta la ley de los gases ideales.
Gracias a los racores de función funcionan multitud de empresas que pueden llevar a cabo su producción.
Otra de sus principales ventajas es que pueden emplearse en caso de fallo eléctrico.
Los racores de función neumática en términos generales, tienen las siguientes misiones: distribuir el fluido, regular presión, regular el caudal en los cilindros, bloquear el paso en caso de disminución imprevista de la red de aire comprimido y seccionar.